LAS RAMAS DEL ARBOL
                 

SAMPER


María Miralles Mira

   Los Miralles y los Samper de mi familia, son originarios de Monforte del Cid. Pero a mediados del siglo XIX se desplazaron hasta la ciudad de Alicante por motivos laborales. Mi tatarabuela, Micaela Miralles Mira, trabajaba como operaria en la fábrica de tabacos. Y eso creo que debió de ser más tarde del año 1844, ya que por desgracia en aquel lugar se dio un incendio con miles de fallecidos, el 20 de mayo de 1844. Por lo que si mi tatarabuela hubiese estado allí en ese momento, creo que esta web no existiría. De hecho, me encaja más que su paso por la fábrica de tabacos fuese coincidiendo con la etapa de su mayor esplendor, durante la segunda mitad del siglo XIX.

   Y ahora que digo todo esto, me resulta curioso observar que celebramos el 8 de marzo, como día de la mujer trabajadora, por cuestiones parecidas que se dieron en otras latitudes, pero que nadie recuerda lo sucedido en la fábrica de tabacos de Alicante, el 20 de mayo de 1844. Humildemente pienso que esas mujeres se merecen un recuerdo.


Antigua fábrica de tabacos en Alicante

   El motivo de que el tabaco diese tanto empleo durante el siglo XIX, imagino que se relaciona con que entonces Cuba formaba parte de España. Pero volviendo a mi tatarabuela Micaela Miralles, su primera hija se casó con su sobrino político. Pero no penséis que mi bisabuela María Miralles Mira se casó con su primo. O no del todo. Su marido era primo de sus hermanastras. Y es que mi tatarabuela tuvo dos parejas. Con la primera tuvo una hija, y con la segunda dos hijas. Todo esto resulta un tanto lioso, pero al ver el árbol genealógico se entiende mejor.

Abrir en otra ventana


   El marido de mi bisabuela, Francisco Samper Pérez, era carpintero, y durante un tiempo estuvo trabajando en una imponente y elegante casa con 365 ventanas, una por cada día del año. Creo que se trata de la Casa Carbonell, que se encuentra enfrente del puerto de Alicante, y que debe su nombre a un empresario alcoyano. Edificio que fue construido entre 1922 y 1925. Pero cuando se acabaron las ventanas, se acabó el trabajo. Y entonces alguien le habló de que se necesitaba un carpintero en Las Salinas de Santa Pola, por lo que decidió probar suerte.

   Al llegar a Las Salinas y solicitar el empleo, le dieron un trozo de madera y le pidieron que hiciese un hexágono. Prueba que superó con éxito, por lo que le dieron el trabajo, que acabaría por convertirse en el trabajo de su vida. Y así fue como los Samper y los Miralles llegaron a Santa Pola.


Barco pesquero de madera en Las Salinas de Santa Pola